Ubicando el espacio propio en el mundo. Mucho de lo que habla un artista, o la mayoría de ellos, es de encontrar ese lugar que ocupa cada uno, tanto físico como social, e incluso espiritual. Un episodio destacado de esto es el nuevo álbum de Deerhunter, banda de Atlanta que lanza Fading Frontier a través del prestigioso sello 4AD (Grimes, Pixies, etc).
Este disco es la obra posterior al aclamado Monomanía (2013), y a un accidente automovilístico de Bradford Cox, vocalista y lider del proyecto que ya cumple más de 10 años de existencia, con sus cambios de alineación por supuesto. Y todo al fin y al cabo parece solo darle algo de dramatismo a la historia de Deerhunter, que nuevamente sale muy avante con este álbum, uno de los mejores que hemos escuchado en 2015.
Nueve canciones, entre las que destacan All the Same, gran canción inicial que logra captar la atención; Breaker y Duplex Planet también son grandes momentos, incluyendo al single Snakesin que mantiene la energía del disco, que si bien no es una gran explosión, te mantiene atento e inmerso en el viaje ambiental de guitarras.
En esencia el sonido de Fading Frontier va del post-punk al ambient y garage rock, pero al contrario de ser un disco plano como algunos otros de la escena que hemos escuchado, Deerhunter navega por altibajos rítmícos y una agradable espiral de emociones a partir de ello. Esto, a su vez, pareciera que incrementara y enamorara más con cada reproducción.
El mayor logro del más reciente lanzamiento de los de Atlanta, es la facilidad de transmitir una esencia intocable, sentimientos que van muy acorde con toda la imagen, lírica y estructura de este conjunto de canciones. Una banda que logra superar aparentes barreras y que ya estamos algo ansiosos por escuchar en vivo en el Festival Nrmal 2015.
Por lo pronto no pasen la oportunidad de escucharlo. Disfruten, comenten y compartan este post. ¿Cuál es el disco que más esperan en lo que queda de 2015?
