Por: +Ismael Lara @mayatlas
Comenzando un año esperanzador y misterioso
en cualquier aspecto me encuentro con el segundo disco de las chicas de
Warpaint, de título homónimo. Las expectativas son altas y generalmente después
de un aplaudido debut como The Fool (2010)
muchas bandas suelen desbalancear con facilidad.
La “sorpresa” es grata. La banda originaria de
Los Angeles se vuelve una banda cada vez más inclasificable. Parecería cómodo
hablar de términos como dream pop, shoegaze, pero lo más cierto es que no
encaja fácilmente en etiquetas. En especial en esta placa, se toman la libertad
de integrar diferentes elementos de manera suave y en cierto punto desconcertante
como en Disco/very.
Warpaint
parece dominar cada vez más su estilo soñador y si lo pudiéramos decir con la
etiqueta del amor más puro y femenino como su estandarte artístico. Las voces
encantadoras siguen diluyendo emociones en cada canción y no dejan de ser
protagonistas, sin embargo hay una instrumentación más sofisticada, desde las
percusiones, difusas guitarras y el bajo, que a mi parecer, marca muy bien el
fondo de cada canción.
Es cierto que sus puntos más altos están en las primeras canciones como el sencillo Love is to Die y Hi, mientras que la segunda parte del álbum tiene algunos momentos en que el sonido parece repetitivo, aunque debo decir que en cada canción es inevitable encontrarse con joyas sonoras. Es de esas ocasiones en que el salto de un buen disco a un disco increíble dependería del acomodo de las canciones.
Aunque pudiera parecer al principio un disco complicado a la escucha, es excelente para abrir el panorama musical de este año y algo imprescindible de escuchar.
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